lunes, 31 de marzo de 2014

Sigueru Ban: Arquitecto-activista, con el papel de por medio



Sigueru Ban acaba de ganar, la semana pasada, el premio Pritzker de Arquitectura, dónde han hecho hincapié en que en su arquitectura la sostenibilidad no es un concepto sino un hecho, algo intrínseco.
Sigueru Ban y su equipo antes de montar las tiendas para el
campo de refugiados después del Tsunami


Y lo que me gusta de este japonés nacido en 1957 en Tokio, es el carácter social que envuelve su obra y todo lo que hace. Y es que hace más de 30 años, cuando se enteró de que tres millones de refugiados vivían en Ruanda a la intemperie, se presentó en Ginebra en las oficinas de la ONU  y les ofreció un invento: una estructura de tubos que evitaría la deforestación de los bosques ruandeses. La ONU, que los estaba talando para construir cabañas, lo escuchó.
Desde entonces, Ban, se ha volcado en hacer una arquitectura que trabaja con eficacia los materiales y el entorno.

Lo llaman el arquitecto solidario (ha diseñado viviendas de emergencias para zonas catastróficas de India y Japón, pasando por Europa del este, África y llegando hasta Nueva Orleans), el reciclador (porque ha construido con cartón, papel, cajas de refrescos), siempre reinventando y haciendo cosas nuevas viendo las posibilidades de los materiales, o el arquitecto de papel. ¡Qué nombre más bonito!

Es consultor de la Agencia de la ONU para los Refugiados ACNUR desde 1995, y director de Voluntary Architects’ Network (VAN)Y a pesar de que estos últimos años, forjada una reputación importante, ha tenido grandes encargos importantes como el del Centro Pompidou de Metz, la Catedral de cartón en Christchurch, Nueva Zelanda, la Sala de conciertos de L’Aquila, después del seísmo que sufrió la localidad italiana, el Museo Nómada de Nueva York, las casas de papel en Japón...



...él ha seguido dedicando la mitad de su tiempo a un trabajo humanitario por el que no cobra y por el que tiene que desarrollar un ingenio e innovación constante, como el que vemos en estas fotos:

Tsunami que asoló la costa nordeste de la principal isla de Japón

India

Turquia


Kobe
Pero  no sólo eso, sino que:
- Enseña a voluntarios y estudiantes para que sepan como reaccionar y hacerlo ellos solos.
- Refuerza la idea de que la arquitectura también puede ser un asunto alejado de las modas, dependiente de la investigación y unido a la necesidad.
- Contribuye a que su disciplina no permanezca ajena ni a la devastación medioambiental del planeta ni a las catástrofes naturales y sus consecuencias.
“Me tomo el premio como una advertencia conmigo mismo: debo tener cuidado de seguir escuchando a la gente”, declaró Shigeru Ban tras conocer el fallo del jurado.

¡Un premio bien merecido!




1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo, un premio muy merecido. Lástima que la arquitectura sostenible sea siempre rechazada por los clientes "normales", que tienen miedo de que se les deshaga la casa con la lluvia o que les cueste siete veces más. En cualquier caso, un aplauso para Sigueru Ban.

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