martes, 26 de junio de 2012

Mi particular trocito de mar


Y a través de  Iliana, esta super foto de una obra suya (pinchando en su nombre accedéis a su blog y veréis todas la cosas monísimas que hace con sus manos) que me dio la idea para este nuevo relato de la iniciativa "Dame, doy, ten y yo lo transformaré"




SU PARTICULAR TROCITO DE MAR

Volvía de las vacaciones, esas que sólo se viven una vez y quedan guardadas y marcadas en el calendario con miles de momentos escritos con colores.

La luz estaba yéndose, ocultándose, transformándose como hace cuando el día empieza a extinguirse; y tumbada sobre mi bolsa en el asiento de atrás del coche sólo veía la línea del horizonte, intermitentemente, cuando no se me cerraban los ojos por el cansancio.

Cerrados... sentía el olor del mar, la arena en mis pies, el roce del agua sobre mi cuerpo, el sabor de la sal en la lengua...

Los abrí y tras la ventana se veía el azul oscuro del cielo, la silueta de un árbol, unos arbustos... sólo el cielo, y el rastro amarillo tenue que dejaba el sol.

Cerrados... el sonido de la orilla, la brisa por las tardes, las risas, el agua salpicando...

Abiertos... el cielo y la luz de una farola, el tejado de una casa, un pájaro, otra luz, un árbol, cielo, cielo, cielo, sólo el cielo.

Cerrados... encuentros improvisados, sabores a fruta fresca, escapadas entre los pinares, zambullidas por la noche.

Abiertos... tejados, tejados, tejados, la silueta de una montaña, una luz que ilumina una iglesia a lo lejos, un avión, cielo... 

Cerrados...  la brisa junto a la orilla, susurros, secretos, suspiros, luego... un paseo en moto, el mirador, el mar desde arriba.

Abiertos... el cielo, el cielo, la ligera silueta distorsionada de un árbol...

Cerrados... la arena entre los dedos de los pies, los paseos hasta las rocas, una sonrisa, un paseo al atardecer, unas silueta alejándose...

Abiertos... muchas farolas, un bloque de edificios, más farolas, el rojo de un semáforo.

Se para el coche.

Y a sus pies, 
en una bolsa, 
se tambalea un tarro de cristal, 
con agua,
salada, 
quizá un poco de arena,
quizá alguna piedra,
quizá algo de ella.






2 comentarios:

  1. un poco de mar, un poco de arena y quizás algo de ella. Me ha encantado. Te sigo, y te doy las gracias por estar en mi casa. Un abrazo.

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  2. Me alegro maryshelley, siempre hay un poco de cada casa en cada uno. Y en este relato este tarrito esconde mucho, o eso dice ;)

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