lunes, 19 de enero de 2015

Mis retos, lecturas, proyectos y papel, mucho papel pero reciclado, para el 2015


Empieza el 2015 y el propósito literario es escribir, por supuesto, pero también dejar por aquí señales de que los libros siguen estando muy presentes en las vidas de muchos de nosotros, en el formato que sea, menos digital (sí, lo siento, tengo una guerra con ese formato).




En cuanto a escribir puedo decir que casi he terminado mi libro de relatos. Me falta hilar unas pocas palabras, transformar dos ideas que bailan en mi cabeza en letras unidas que expresen todo y soltarlas al mundo. Todos sabemos que el tiempo corre más rápido de lo que deseamos, así que no pongo fecha, sólo una pequeña marca en mi cabeza para darle prioridad.









Leer es otro de los placeres que vino adquirido desde que di el primer grito en este mundo.
Tengo un pequeño cuaderno que siempre va conmigo y en una de sus últimas páginas están apuntados los libros que quiero leer.

Y este año voy a intentar cumplir este reto: Reading Challenge 2015. Enero, hasta ahora, ha sido un buen mes de lectura, llevo 4 libros y terminaré uno más en breve. Viajes, tiempos muertos sin tecnología cerca, frío y manta cerca... Tengo que decir que algunos de los retos los he borrado, como el de leer algo con un triángulo amoroso, o un libro que se desarrolle en el instituto. He tachado esas frases y las he sustituido por otras más llamativas para mí.
Ya iremos viendo.





Y siguiendo con el tema de la lectura, quiero hacer un homenaje a mis queridos islandeses, cuya tierra visité hace unos años y hace un mes he tenido más presente al desarrollar uno de los relatos de mi libro allí.
Según varias fuentes, los islandeses leen más de 40 libros al año y uno de cada diez publica un libro a lo largo de su vida. Teniendo en cuenta que la capital cuenta con alrededor de 100.000 personas, se puede decir que en ella hay 10.000 autores. ¡Increíble! Y además de eso, son los que más libros per cápita compran. 
Todavía no he leído a ninguno de ellos, pero lo haré este año.
 
Y claro, si lo comparamos con el barómetro del CIS de diciembre de 2014 que analiza los hábitos de lectura de los españoles, hay mucho que envidiar: el 35% de los encuestados no lee nunca o casi nunca, pero un 29,3 lee todos o casi todos los días, y un 65% dedica alguna vez al trimestre un rato a la lectura.
Sobretodo es muy significativa la pegunta de los hábitos lectores en la infancia o adolescencia. El 37,5% de los encuestados confiesan que sus padres nunca les leían cuentos o libros, aunque en el colegio o en el instituto sus profesores les obligaban a leer (48,5%), y no solo eso: ¡les animaban a leer (42,1%)! Pese a esto, los lectores, o no, nunca hablaban de libros con sus amigos (32,9%).
 
Así que me siento una privilegiada, la verdad, porque puedo decir que a mi me pasó todo lo contrario.
 
Aquí está la noticia entera, muy interesante.

Y me despido ya con esta foto, atrayente, original, evocadora.

¡A leer y a escribir se ha dicho!


Una chica leyendo en un banco de Reykjavic (fuente)

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