lunes, 21 de marzo de 2011

Cerca

Para este 21 de marzo, día de la primavera, un texto más largo (inspirado por una noticia que leía en el periódico hace unas semanas), acompañado por la música de William Fitzsimmons y un dibujo de Hidrargirista


Lo encontré sentado en la mesa de madera, junto a la ventana de la cocina, desde la que se oía la furia del viento que golpeaba las olas.
Vi esa casa por primera vez en una foto del periódico local, hacía dos días, y localizar la zona había sido un poco difícil. Escondida entre la maleza, en una zona de playa impenetrable,donde ni siquiera llegaba el tendido de la luz, se erguía inclinada mirando al océano.

Él bebía un vaso de vino acompañado de algunas aceitunas y no me miraba a los ojos, sino a algún lugar entre mi nariz y mi mejilla. No estaba acostumbrado a tratar con personas.

-¿Cuánto lleva navegando?
-Desde que era un claval.

Sus risas eran escuetas y no dejaba de perfilar una madera con un afilado cuchillo dejando ver unas descuidadas y sucias uñas que ya parecían hasta torcidas.
Sentada de medio lado, sin querer tocar demasiado aquella silla que parecía caerse a trozos, y la cual, aquel viejo de más de noventa años, me había ofrecido como el mejor asiento; miraba a mi alrededor y me perdía más en los silencios.

-¿Y qué pasó aquel día?
-No mucho más que los demás
-He oído que se alejó demasiado.
-Si, eso parece

No había ningún objeto de decoración en las encimeras. Sólo vi un cuadro antiguo colgado al lado de una puerta, un reloj de cuco que ya no funcionaba y un retrato dentro de las estanterías acristaladas que contenían el whisky que parecía consumir asiduamente. Ahí, entre botella y botella había una foto desgastada , seguramente porque nunca había visto un cristal que la protegiera de la intemperie, del salitre que se colaba por cada rendija.

-¿Tiene usted familia?
-No, ya murieron - agarró su vaso y lo terminó de un trago.
-¿Y no le queda nadie? ¿algún amigo?
-Los viejos de los alrededores no me soportan. Creen que después de tantos años en el mar me he vuelto un cascarrabias. Además les digo lo que pienso y eso no les gusta.

No me atreví a preguntarle por el retrato. Pensé que si lo desempolvaba, aquel silencio se iba a convertir en algo que no me iba a gustar.

-Señor Pablo. Le vi en el periódico local y leí lo que pasó. Decidí venir porque estoy estudiando la muerte y usted la tuvo cerca.
Cuando pronuncié esa palabra me miró de sopetón y fijo sus ya pequeños ojos grises en mí.
-Eres muy joven para preguntarme por eso
-Quizá - puntualicé - pero yo también la he tenido cerca.
-¿Entonces?
-No yo exactamente
-Entiendo
Volvimos a quedarnos en silencio.
-Sólo puedo decirte que lo que buscas no lo vas a encontrar. No pienses en ello, no merece la pena. - me dijo sin mirarme
-Pero usted lo hace
-Yo ya soy viejo
Bebió otro sorbo de su vaso que se había vuelto a servir, y se levantó lentamente dirigiéndose a la cocina. Rebuscó entre los cajones y se acercó con algo en la mano que dejó caer sobre la mesa.
-¿Qué es eso? - le pregunté.
-Lo único de luz que hay en la casa.
Miré y vi una piedra de color azul que brillaba con los reflejos que entraban por la ventana. La cogí en la palma de mi mano y la manosee.
-Pertenecía a un collar de mi mujer, bueno, la que hubiera sido mi mujer
Le miré sin saber que decir.
-No pienses más.
Eso fue todo lo que me dijo.

Recogí mis cosas mientras él ponía algo a calentar en el fuego y salí de aquella casa sin páginas escritas, o voces en la cinta de la grabadora.
A eso había ido, a cubrir una noticia de un naufrago para un reportaje, pero no tenía tal. Salía de ahí con silencios, escenas entrecortadas y el reflejo de una piedra azul en la cabeza. O quizá había ido por otra cosa.
La mente humana es impredecible.
Cogí el coche y me alejé lentamente mientras escuchaba los mensajes del contestador del móvil.
A veces todavía esperaba escuchar la voz de Gabriela al otro lado, de mi padre en la lejanía, o de mi pequeño Teo que aún me habla en sueños.

9 comentarios:

  1. Música sugerente, y me gusta mucho el dibujo de Hidrargirista...Los faros y las nubes perfiladas con esas líneas...muy bonito.
    Un abrazo!!

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  2. Que bonito y triste entorno el que creas. Me encanta como enlazas las palabras! wuauuu ese Fitzsimmons, y el dibujo!
    xoxo

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  3. Yo me quedé con la incógnita. Me gustaría saber más.
    ¡Preciosa música!

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  4. Amiga, te dejo un abrazo y un beso. Lamento que por motivos de trabajo no tenga todo el tiempo para poder visitar blogs ni publicar, pero al menos he venido para seguir en la cercanía. Ya te leo con mas calma. Besos

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  5. ¿Qué tal fue lo del viernes? ¿contenta?
    Me gusta que el silencio sólo diga silencio. :)
    Y he leído esa genial cita de Toni Morrison, ¿sabes? estoy leyendo un libro suyo (no lo había hecho hasta ahora) Felices casualidades. Me está gustando mucho.

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  6. Me ha gustado leerte, y la música no la conocía, así que me voy con la barriga llena...
    saludos

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  7. Un pack completo! Me alegra llenar barrigas y sensibilidades.
    Ana Jaka: ¡salió genial! Ahora ya estoy pensando en otra puesta en escena para después del verano, en Madrid y en Pamplona. Ya avisaré!
    Toni Morrison, yo tengo un libro de ella esperándome en mi pila de la mesilla, enseguida llego!!

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  8. Qué honor !
    Acabo de leer el cuento y me pareció fascinante. Me produjo tristeza. Me da gusto que te haya gustado mi dibujo para complementar tu cuento. Ya sabes, lo que necesites, ahí estaré.
    Enorme saludo !

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  9. Bueno. Mola el dibujo, que sujeta parte del relato. Jo, me ha parecido triste. No me gustan los finales tristes; aunque este e´ta muy bien relatado.
    Te mando un beso y... ya estoy de vuelta para implicarme en tus vivencias... ¿que sé que son súper reales!

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