jueves, 13 de enero de 2011

Drive... but ¿where?

Rescaté esta canción del olvido, y salió esto, decorado con una foto de Almudena del Pozo




Pensé que la niebla se había esfumado, pero cuando cogimos el coche todavía se aferraba al parabrisas. Siempre me había fascinado la manera en que la luz va apareciendo por el horizonte mientras dejamos atrás las largas horas de la noche, y ese día lo fui descubriendo minuto a minuto, segundo a segundo, mientras tiritaba de frio acurrucada todavía con el abrigo puesto y miraba al asiento de mi izquierda con admiración.
Él conducía tranquilo, con entereza, apenas sin respirar, mientras la radio daba las noticias y nos manteníamos en silencio. En el asiento de atrás dormía Sofía, envuelta en su abrigo, con un muñeco que sobresalía pegado a su mejilla.

Miré por la ventanilla y observé las sombras de las montañas a lo lejos. Fronteras que traspasar. No sabía sus nombres, no conocía su olor, pero teníamos que atravesarlas y correr lo más rápido posible.

Nos conocíamos desde siempre y Sofía debería haber sido suya. Pero el destino no lo quiso así y mi pequeña de rizos marrones tenía varios rasgos de nuestra pesadilla. No lograba entender como cambian las personas, pero tampoco había querido intentarlo ya. Lo que más me importaba eran unas frases pronunciadas en un cobertizo que volvían a míos oídos desde la lejanía del pasado, repitiendo una canción de un casete: "Sea lo que sea que el mañana suceda, estaré allí". El tiempo volaba sin preocupaciones mientras me miraba a los ojos y me repetía el estribillo.
Por eso miré a mi izquierda, agarré la mano que sujetaba el volante con fuerza y me acurruqué junto a él. Porque ese mañana había llegado y él estaba allí.




9 comentarios:

  1. Me ha encantado el texto :)
    Gracias por pasar ♥
    Te sigo y me pasaré por aqui siempre que pueda!
    Muaaak.

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  2. Resulta que viajar en coche puede ser una terapia fantástica. Se ocurren muchas csas pensando al volante y si encima puedes permitirte el lujo de ir sin prisas, puedes llegar a ver sentir cosas como las que describes ;)

    Besos bonitos

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  3. la foto ampliada im-presionante.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  5. me encanta esa canción!!
    a veces las cosas no tienen explicación y tú ni ganas de saber...pero hay q estar abiertos al mañana! q en ocasiones, y menos mal!, es mejor q ciertos "ayeres"
    q bonito!! muchas muaksss;)

    just mango:)

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  6. El hoy, el mañana, el destino, las promesas; entre medio de todo ello hay un tiempo llamado misterio de la vida. Que bien se siente cuando el mañana ha llegado, tal como el ayer lo pronunció.

    Maravillosas fotografías, y una historia que mece la nostalgia de preguntas sin respuestas, él está ahí...eso es todo lo que importa.

    Abrazos, un agrado total leerte. Anouna

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  7. Un texto muy sujerente y bonito, menos mal que siempre hay segundas oportunidades, o terceras o cuartas… la cuestión es no parar de levantarnos y seguir hacia adelante. La canción el grupo me suena aunq no se porque q esta en particular me suena más de lo normal como si la hubiese escuchado hace muy poco. ;) saludos

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  8. Snow, me encanta que te encante! yo también a tí

    Dani: totalmente de acuerdo, este justo era un viaje lento, pero lleno de matices... besos para tí

    Manu, o padrino: es que Almu es una artista!!!

    Mini Malibu: si, menos mal que siempre existe un mañana. Demain est toujours une autre occasion!

    Anouna, gracias por tus palabras! Sí, muchas veces se agradece un mañana. La foto es de una amiga. Seguimos viéndonos.

    Mork, la canción... si, creo que me la recordó un blog que habla sobre un jardín secreto... ;)

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  9. Mork, ójala hubiera siempre segundas oportunidades... En el relato parece que sí; esa seguridad al lado de una persona. Esperemos que Sofía y su madre no soporten nuncan más lo que hasta esa mañana.

    Muy bonito Eloise. Un beso y un brindis con tus lectores por las segundas oportunidades.

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