domingo, 15 de agosto de 2010

Linda...

Una historia ambientada con la magnifica música de Yann Tiersen y una delicada y sencilla foto de Helena del Pozo





Linda, mira que eres linda…

Sabía que sólo el podía llamarla así, y cuando escuchaba esas cinco letras juntas un escalofrío recorría su cuerpo hasta su nuca.
Siempre había vivido en su mundo, dónde oía sonar violines y de vez en cuando las teclas de un piano.
Era la música la que le ayudaba a vivir desde hacía tiempo.
Se escondía tras sus rizos y su corta estatura, y dejaba que los demás inventaran sobre ella, porque su corazón estaba cerrado y los sonidos que salían de su garganta eran tan suaves como inteligibles. Era una experta en cerrar fronteras y levantar muros tan sólidos como rocas.

Linda, mira que eres linda…
Cuando pasaba los veranos estudiando fuera y se suponía que disfrutaba de otra cultura, su mente se evadía a cada momento y se separaba de su cuerpo. Sólo se llevaba de aquellos lugares tickets que decían qué museos había visitado, algún recuerdo con el nombre del lugar y puede que alguna foto, donde su vista nunca miraba a la cámara y de la que ella, por supuesto, nunca se acordaba.
Se extrañaban en la lejanía, tanto… que ella fabricaba aviones con mensajes que lanzaba desde las alturas, dejaba marcas en los árboles de los parques y de vez en cuando gritaba su nombre en las calles vacías.
Si cerraba los ojos podía escucharle deslizar delicadamente sus dedos por las teclas y deleitarse con una de muchas canciones que conocía de delante a atrás.
Cuando era pequeña le había visto practicarlas una y otra vez en el salón acristalado del abuelo. Recordaba su gesto de frustración cuando se trababa, su sonrisa cuando lo conseguía, cada mueca que ponía con su boca al aplastar las teclas hasta el fondo…
Él nació cuatro años antes que ella, pero eso nunca impidió que estuvieran cerca. No jugaban juntos, no estudiaban en el mismo colegio, no tenían los mismos amigos, pero se perseguirían en silencio y se acompañaban con sigilo. A veces de cerca, a veces de lejos, pero siempre llegaban a cenar a casa del abuelo y tras los huevos con patatas se refugiaban en la biblioteca. Él leía historias apoyado en la librería y ella se recostaba en su regazo.
Desde que era una niña y usaba chupete arrastraba su peluche desgastado con forma de cocodrilo hasta allí y se dormía escuchando la voz de su primo.

Linda, mira que eres linda…
Él penetraba por las finas rendijas que le separaban del mundo y hacía que algo en su interior encajara. Algo en su voz le devolvía de las profundidades de los abismos y le permitía lidiar con la vida real.
Un día su madre le confesó que cuando ella nació su primo se acercaba a su cuna y le cantaba canciones, que a veces se quedaba dormido agarrándole sus deditos o susurrándole al oído, que los dos tenían una marca de nacimiento en la nuca.

Con los años seguían quedando una vez por semana en una cafetería distinta para mirarse fijamente y descifrar sus interiores. No importaba las fotos que llevaran en las carteras, las llaves de sus casas o las veces que sonaran su móviles. Siempre apuraban hasta el final y rellenaban de brillo sus ojos hasta el siguiente encuentro. En el que ocultaban más que hablaban y sin el que no podrían seguir adelante.
Y en este preciso instante, si les vemos, ahí sentados en la barra, ella lleva su pelo recogido y se inclina levemente sobre él para coger una servilleta; y por detrás, sus marcas de nacimiento, encajan como dos piezas de un puzzle.


7 comentarios:

  1. Buenos dias!!!

    weno ya sabes que la musica no la puedo escuchar del trabajo pero debo decir que la foto me ha alucinado cielo y eso que estoy muy muy dormida...(ya te contaré la odisea de la gasolina)

    Me ha encantado

    Que tengas buen dia y animo con la vuelta al trabajo!!!

    besitos

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  2. Conozco una "Linda"! voy a buscarle su marca de nacimiento! :O
    Me ha encantado, tan sutil... me encantaría que continuara...

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  3. Precioso, precioso; me acaba de transmitir nostalgia, parece hasta delicado. Genial encuentro semanal sin el que la semana no es completa. Relación que parece sobrevivir al tiempo y fortalecerse con él. Así lo interpreto.
    Felicidades a la autora de la foto.

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  4. Si, la verdad es que la foto es preciosa! La elegí por eso ;)
    Sí, podía continuar, la verdad... pero lo dejo a vuestra imaginación, que trabaje un poco.
    Y siii, nostalgia? Bueno, puede ser... algo les unió de pequeños, y eso sigue ahí. Como sabes una inspiración en algo real e invención detrás. Sólo dire una cosa real: él toca un instrumento, y ella tiene rizos, ¿o no?... ya no me acuerdo ;)

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  5. Elo,
    que historia mas bellamente relatada con que delicadeza y dulzura
    ...y hay veces que dos personas son asi encajan como piezas de puzzle y no se puede evitar...
    Eli
    l
    o

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  6. Eli!!!
    Sí, como ese diente tocido, esas uñas carcomidas, el dorismo que ya es más que presente, eso en una pierna, hacer cosas con las manos, saltar en los conciertos... y tanto más...
    Mua sis!

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