Esta semana toca un mini relato que comienza con un texto, se mezcla con una imagen escrita, y sigue con el texto.
A ver si adivináis que es lo que una mente infantil llamaba la ballena...
Y todo amenizado con la música de Joaquin, como no. Disfrutadla!
Sabíamos la hora exacta, el minuto, el segundo, el paisaje que le precedía; El trozo de canción que sonaba en ese preciso momento en el coche de papá: "pero el tiempo de los besos y el sudor, es la hora de dormir. Duele verte removiendo la cajita de cenizas que el placer tras de si dejó".
Entonces levantábamos la cabeza y limpiábamos el vaho de la ventanilla para poder ver entre la bruma de la noche a la ballena. Dintinguiéndola poco a poco, según el coche se acercaba. Ahí, al lado de la carretera, bajo la montaña. Su sombra, unas tenues farolas alumbrándola, la hierba que crecía a su alrededor, los cristales rotos del tejado...
Y...glub, volvíamos a la carretera, girábamos la curva y la dejábamos atrás entre los árboles, franqueada por los abetos oscuros que se mecían por el viento. Volvíamos a colocar nuestras cabezas en el asiento de atrás y nos tumbábamos dejando que el sueño nos atrapara. Y sin darme cuenta, dejaba posada la mano sobre la de mi hermano; me gustaba sentir su calor.
Me parece buenísimo este texto-imagen-texto!!!
ResponderEliminarpiojo tu sabes que soy el unico que lo se
ResponderEliminarmmmmmmm muy bonito, el final sobre todo, pero... sigo pensando q puede ser... lo adivinaré¡¡¡¡
ResponderEliminarvale... no es una atracción de feria que sube y baja al lado de la carretera...¡pero podía serlo!
ResponderEliminarjejeje, no, eso no es. Pero podía serlo, en tu mente lo es pero no en la miaaa! y es mi historiaaaa
ResponderEliminarFuerte en su sencillez aparente. Casi puede palparse el momento...
ResponderEliminarUna evocación hermosa.
Sigue..., por favor.
Javier Ortiz (Fuentetaja)
Gracias Javier por pasarte por aquí! a ver cuando dejas algo de lo tuyo! ya sabes que para la proxima presnetación quiero tu voz!!! bss
ResponderEliminar